Con mi recién adquirida Nintendo 3DS, un redoble de tambores ha comenzado a escucharse en el horizonte. Son tambores de guerra, y el murmullo que arrastra el viento es el sonido de la perdición. De mi tiempo, en este caso.
Te echábamos de menos, Slobulus.
Como ya sabrá alguno de los más asiduos tanto al Rincón de Slobulus como a Viciados Podcast, Phantasy Star Online es uno de los RPGs en los cuales gasté más horas de mi vida, a pesar de los problemas de sobrecalentamiento que siempre ha tenido la Dreamcast. Quizá usando ese problema de temperatura como excusa para convencerme a mí mismo, hace tiempo que dejé de lado esas aventuras interminables en servidores que seguían activos mantenidos por fans.
Pero ahora, tengo un verdadero problema. Y lo tengo porque el modelo que tengo de la Nintendo DS es el primero, el original, el que no soporta conexión Wi-Fi. Por lo cual, a pesar de tener este juego desde hace tiempo, nunca me había sentido tentado a jugarlo online. Con la llegada de la 3DS todo ha cambiado, y anoche ya pude estar saboreando las mieles de volver a ese universo conocido para mí, esa mezcla de futurismo con RPG clásico que tan familiar me resulta. Es como haber vuelto a mi segunda casa. Y es una segunda casa en la que espero no quedarme a dormir demasiadas noches, a pesar de que me ofrece su confortable sofá y un buen plato de embutido cada vez que la visito.
Múltiples clases (incluyendo humanos, robots y cazadores) me esperan, así como más de 300 armas y multitud de tiendas en las cuales gastarme la pasta.
Nos vemos en Earth.
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